¿Qué es la fibromialgia?
La enfermedad del “me duele todo”
La fibromialgia se manifiesta como dolor en los músculos y en el tejido
fibroso, es decir, ligamentos y tendones. Se trata de una enfermedad que afecta
a entre el 2 y el 6 % de la población, en su mayoría mujeres.
Las causas de la fibromialgia son
desconocidas. Lo más probable es que esta enfermedad venga causada por
distintos factores que confluyan en un momento determinado. Es más, en muchos
casos se puede producir sin una causa aparente.
Es muy posible que esta dolencia esté
relacionada con la forma en que el cuerpo gestiona el dolor. Es decir, la
sensibilidad extrema ante el dolor que en personas que no padecen la enfermedad
no tienen.
¿Herencia o ambiente compartido? No está claro
su carácter hereditario, pero, al parecer, cuando hay un enfermo de
fibromialgia, hay cierta propensión a padecer la enfermedad en su entorno. De
hecho, la investigación en esta línea está siendo muy intensiva y se está
centrando en los factores genéticos.
El diagnóstico de esta enfermedad es muy
complicado. El largo y complejo camino hasta la determinación a veces supone un
verdadero calvario.
Uno de los síntomas podría ser el padecimiento de un dolor
generalizado, es decir, que afecta a los cuatro cuadrantes del cuerpo durante
un periodo mínimo de tres meses, y sensibilidad difusa al dolor.
La Academia Americana de Reumatología ha
marcado 18 puntos del organismo más sensibles al dolor por presión, y para
poder establecer un diagnóstico, debe presentarse el dolor en al menos 11 de
esos puntos.
Pero esta enfermedad no solo supone dolor,
sino que también lleva asociado un alto porcentaje de cansancio (90 %),
trastornos del sueño (70-80 %) y ansiedad o depresión (25 %). Y
tampoco hay que olvidar otros síntomas frecuentes como mala tolerancia al
esfuerzo, sensación de rigidez generalizada, inflamación de manos y pies,
hormigueos difusos en las extremidades, jaquecas, sequedad en boca y ojos,
colon irritable y dolores menstruales.
Una de las dificultades que presenta el
diagnóstico es que a veces, sobre todo en los hombres, haya unos puntos de
dolor, pero, en realidad, la enfermedad no exista.
La fibromialgia no tiene una curación
definitiva y solo se puede prescribir tratamiento para el dolor y tratar los síntomas
que produce la enfermedad.
No se trata de una enfermedad que tenga secuelas físicas, pero puede
tener un impacto muy grande en la calidad de vida de quien la padece y puede resultar
incapacitante.
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